Fin de semana de formación en el Dolor Crónico con el prestigioso neurólogo Arturo Goicoechea. Excepcional ponencia de neurofisiología del dolor la que nos ofreció en Logroño.
El dolor no es un estado fisico-químico que surge de los tejidos, sino un output cerebral que integra la información tisular en tiempo real con el conocimiento acumulado en los sistemas de memoria predictiva. El dolor “musculoesquelético” que aparece al movernos, mantener posturas o cargar pesos se ha vinculado tradicionalmente al efecto de un estrés mecánico que actúa sobre la estructura osteoarticular lesionada o degenerada y, por tanto, vulnerable, o por la existencia de músculos contracturados. De esta concepción ha derivado la estrategia terapéutica de fortalecer la estructura, modificar vicios posturales y rebajar el estrés cotidiano de la carga mecánica acumulada. La irrupción de la Neurociencia ha planteado un cambio radical de conceptos, cuestionando gran parte de los principios básicos del modelo biomecánico, poniendo en valor la trascendencia de la evaluación que el cerebro aplica a la actividad en cada escenario , sobre el estado somático y la repercusión que dicha actividad puede generar en el aparato locomotor. El cerebro constituye, actualiza y aplica una evaluación de coste-beneficio a cada acción solicitada por el individuo y dicha evaluación está poderosamente influida por la información de expertos, las creencias y expectativas aprendidas. La educación en neurociencia junto a la disolución de patrones motores de alerta-protección no justificados y la exposición gradual a la actividad perdida son las herramientas básicas de la práctica por parte del fisioterapeuta, desde los nuevos paradigmas.